STELLA
No sabemos de dónde vino ni cómo llegó a esta situación.
Recibimos un mensaje de madrugada alertándonos sobre una perra malherida que había entrado en una casa rural. Esa perra era Stella, y aunque en un principio parecía estar malherida, lo que realmente tenía era una infección de piel tan grave que presentaba llagas, pus, abscesos y fiebre.
No sabemos cuánto tiempo que podría haber durado en este estado, pero lo que sí está claro es que no llevaba así solo unos días. Para llegar a ese nivel de deterioro se necesitan semanas, incluso meses, de absoluta dejadez.
Stella no tenía chip, pero sí el rabo cortado, lo que indica que alguien la había tenido antes. Un ser desalmado que permitió que esta pobre perra tuviera que buscar ayuda por sí sola.
Ahora Stella está recibiendo tratamiento y, poco a poco, va mejorando, aunque sabemos que su recuperación será larga.
Por suerte, está en una casa de acogida, rodeada de cariño y recibiendo los cuidados que tanto necesita.

